Las playas del Caribe en Costa Rica son uno de los destinos más populares entre los amantes de la naturaleza, la tranquilidad y las aventuras.
El país del «pura vida» es un auténtico paraíso, con un 20 % de su territorio protegido por parques nacionales o reservas naturales, pero su litoral caribeño es algo que va aún más allá.
La costa caribeña costarricense es una visión del mundo y una filosofía de vida. Si te estás planteando un viaje a este país y te preguntas cuáles son las mejores playas del Caribe en Costa Rica, aquí te dejamos una selección de las que creemos son las imprescindibles para empaparse del estilo de vida slow que desprenden estas tierras.
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Es importante tener en cuenta que la temporada de lluvias en el Caribe es desde Noviembre hasta febrero y luego desde Mayo hasta Agosto.
Y si quieres practicar surf es mejor que nos consultes en qué épocas es posible hacerlo con seguridad. Si en lo que estás interesado es en la fauna, tienes que consultar el calendario biológico para saber qué especies autóctonas puedes observar dónde y cuándo.
Los mosquitos abundan en esta costa y pueden transmitir enfermedades, así que tendrás que tomar precauciones como usar repelente, llevar manga y pantalón largos durante las primeras y últimas horas del día o si vas a visitar una zona con abundante vegetación o humedales.
El litoral norte, desde Río San Juan hasta Puerto Limón, es de océano abierto y por eso las corrientes y el oleaje son intensos. Estas fuertes corrientes hacen que sus playas, aunque de preciosa arena oscura e interesantísimas para el paisaje y la naturaleza, no sean aptas para el baño o los deportes acuáticos, además de que acceder a ellas es difícil.
La playa de Tortuguero está ubicada en el Parque Nacional Tortuguero, conocido también como el Amazonas de Costa Rica, y por su nombre seguro que ya habrás adivinado por qué esta es una de las playas del Caribe más visitadas. Efectivamente, las tortugas laúd y verdes vienen aquí a desovar.
El pueblecito de Tortuguero está ubicado en plena selva, entre los canales y la playa. No se puede acceder por carretera, solamente por mar o aire y ese es precisamente su encanto: estar lejos de todo y de todos.
Alojarse en una de sus sencillas casitas de madera de colores, y salir a contemplar por la noche a cientos de tortugas que se acercan a la playa a poner sus huevos es una de las experiencias vitales que cada vez menos gente se quiere perder.
Eso sí, es muy importante que esas visitas se hagan con todo el respeto posible: siempre con guía, sin linternas y vestidos con ropa oscura.
No te preocupes si tu visita no es durante la época de desove porque tampoco te va a decepcionar. Navegar por sus canales y rodearse de la selva, su flora y su fauna va a hacer que el viaje merezca la pena.
Te recomendamos que hagas este tipo de excursiones bien temprano para no llegar a la misma hora que los demás visitantes, así tienes más posibilidades de ver los animales que habitan la zona.
Al ser un área boscosa y húmeda, recuerda extremar las precauciones contra los mosquitos.
El sur del litoral caribeño costarricense que empieza en la localidad de Puerto Limón es una extensa área donde se funden el mar y la selva.
Es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y por eso tanto el Gobierno como distintas asociaciones realizan un gran esfuerzo para garantizar la protección de este paraíso.
Al ser también un área turística, además de increíblemente hermosa, es muy vulnerable. Como viajero y visitante de esta zona, tú también puedes aportar tu granito de arena y viajar de manera ecológicamente responsable.
Puerto Limón es una de las principales poblaciones de la zona, ya que tiene un puerto bastante importante. Aquí llegaron muchísimos jamaiquinos y chinos a trabajar en las líneas del tren al Caribe, y junto a las grandes plantaciones de banana, han influenciado mucho la cultura y la gastronomía de la zona.
La mezcla de culturas y la disponibilidad de ciertos ingredientes como el plátano, el coco y el pescado caracterizan la gastronomía caribeña de Costa Rica.
Más hacia el sur, playas del mar Caribe en Costa Rica como Playa Bonita o Playa Piuta son las preferidas por los surfistas profesionales.
Si eres un aficionado experimentado a la tabla de surf, disfrutarás a tope de esta costa rocosa de pendiente pronunciada. Si lo que quieres es bañarte o hacer surf, pero no tienes mucha experiencia, hay que tomar precauciones, ya que son playas con fuerte desnivel y oleaje intenso.
Aquí es un muy buen lugar para sentarse en un restaurante a pie de playa y probar el rondón, una sopa de pescado que en esta zona se acompaña con yuca y ñame.
En el Parque Nacional Cahuita puedes encontrar algunas de las mejores playas del Caribe en Costa Rica. Este parque se creó en 1970 para proteger el arrecife de coral que está en peligro, por lo que solamente se puede visitar una pequeña parte y siempre con guía.
Cahuita es un pequeño puerto que está en una de las entradas al parque nacional del mismo nombre.
Cuenta con numerosos alojamientos, cafeterías y restaurantes con ese ambiente relajado de una genuina población caribeña.
Aquí podrás degustar platos de la cocina típica como el gallo pinto, un guiso muy especiado de arroz con frijoles en leche de coco que, tradicionalmente, se sirve como desayuno.
Hay varias playas dentro del parque donde no solo podrás disfrutar de sus aguas tranquilas para darte un baño o bucear, también para tener encuentros con la fauna autóctona mientras paseas por la orilla.
Perezosos, tucanes, pelícanos, ibis verdes y garzas casi saldrán a tu encuentro y los podrás observar sin demasiada dificultad. Está permitido acampar, pero tienes que protegerte de los mosquitos y las serpientes, por lo que es mejor plantar la tienda lejos de la vegetación.
Si eres aficionado al buceo, aquí vas a tener tu paraíso, ya que el imponente arrecife reúne a su alrededor una colorida y abundante fauna marina y hasta dos barcos hundidos que van a ser la estrella de tu aventura.
Playa Blanca es la playa más concurrida de la zona, ya que está muy cerca de una de las entradas al parque nacional y está muy bien equipada con servicios como agua potable y duchas.
Como su propio nombre indica, su arena es de color blanco y sus aguas cristalinas forman prácticamente una inmensa laguna gracias al arrecife de coral que queda muy cerca. Es ideal si viajas en familia o quieres relajarte al máximo.
Si sigues a lo largo de Playa Blanca en una pequeña caminata por el litoral, llegarás a la punta donde el arrecife queda más cerca de la costa.
Este es el lugar ideal para practicar el buceo. Unos dos kilómetros más allá puedes llegar a la siguiente playa: Puerto Vargas, una de las mejor conservadas del parque, rodeada de selva con una asombrosa abundancia de vegetación y de fauna.
De Puerto Viejo a Punta Manzanillo hay tan solo quince kilómetros sin grandes desniveles, lo que hace que este tramo de costa sea ideal para explorarlo en bicicleta. Muchos hoteles y negocios locales las alquilan a buen precio. Este ecológico medio de transporte te va a permitir desplazarte a una velocidad y altura perfectas para disfrutar del paisaje sin perderte nada y desde una perspectiva realmente única. En estos escasos kilómetros puedes bañarte y comer langosta en unas cuantas playas, a cual más hermosa… ¡Las hay para todos los gustos!
Como ya habrás podido imaginar, esta playa de más de diez kilómetros de longitud destaca por su arena volcánica de color oscuro. Su símbolo es una barcaza abandonada en la orilla dentro de la que ha crecido abundante vegetación.
Está situada en los alrededores de Puerto Viejo y es una de las playas preferidas por los surfistas principiantes, ya que su oleaje y sus corrientes no son excesivamente peligrosas. De todos modos, siempre es mejor consultar las condiciones locales, ya que sí que puede haber días en los que las corrientes sean más fuertes.
A medida que vas caminando hacia el norte, la playa se hace cada vez más solitaria y puedes llegar a tenerla exclusivamente para ti. Esta es una buena zona para alquilar un alojamiento tranquilo y aislado del mundanal ruido.
Puerto Viejo es una ciudad de vacaciones muy agradable con una animada vida nocturna y una relajada mentalidad caribeña donde sus habitantes se desplazan mayoritariamente en bicicleta. Es destino favorito de viajeros y surfistas en busca de olas salvajes, reggae y desconexión.
Como es la población principal de la zona, es donde podrás ir de compras, tomar algo y comer en sus numerosos restaurantes y cafeterías con una oferta sorprendentemente cosmopolita. Si eres goloso, tienes que probar el pambón (bollo especiado con frutas) o la plantintá (empanada dulce rellena de coco y plátano verde).
Su playa es famosa por ser una de las mecas del surf. De diciembre a abril es aquí donde se reúnen muchos surfistas experimentados para practicar este deporte, aunque si eres novato, será mejor que escojas otras zonas de oleaje menos intenso.
Playa Cocles es una de las playas más grandes de la costa del Caribe, muy bien comunicada, con buena infraestructura (una de las pocas playas que tiene socorrista) y una de las más turísticas. Entre la playa de Puerto Viejo y Playa Cocles existe un arrecife coralino que hace de barrera para crear un inmenso acuario donde practicar buceo libre. También es una playa perfecta para practicar el surf desde cualquier nivel y por supuesto, la pesca y otros deportes acuáticos.
Siguiendo la ruta ciclista, la siguiente playa con la que te encuentras es Playa Chiquita. Con solo dos kilómetros de longitud, hace honor a su nombre y suele estar menos frecuentada que otras playas de los alrededores, por ser de mar abierto y tener fuerte oleaje. De todas maneras, sus pequeñas bahías accesibles tan solo por senderos a través de la jungla la hacen un paraíso de privacidad.
Esta zona llena de cocoteros es uno de los paisajes más bellos de todo el litoral costarricense, que nos traslada instantáneamente a las historias de robinsones y piratas.
Esta reserva natural protege tanto los arrecifes coralinos como los manglares y bosques del interior. Es el espacio ideal no solo para encontrar tranquilidad, sino también para poder disfrutar de la naturaleza más virgen y salvaje del Caribe.
Si te alojas aquí vivirás rodeado de la vegetación más exuberante y en sus playas podrás realizar muchas actividades: desde la observación de delfines o el desove de la tortuga baula hasta paseos en kayak, botes o lanchas, pasando por distintos tipos de buceo.
Punta Uva es una playa tranquila con un arrecife que la protege del oleaje de mar abierto y la hace ideal para ir a bañarse con la familia. Esta zona no es tan vibrante como Puerto Viejo, así que resulta perfecta si quieres pasar unas vacaciones realmente tranquilas.
Ofrece alojamiento para todos los gustos y también los servicios básicos. Si quieres salir de fiesta por la noche o hacer compras más selectas, tendrás que trasladarte hasta Puerto Viejo.
La distancia de solo ocho kilómetros y medio resulta ideal para un agradable paseo en bicicleta.
Esta playa es el último tramo de costa antes de llegar a la frontera con Panamá. Es un lugar remoto donde el turismo aún no ha hecho mella y una de las zonas con naturaleza más virgen.
La laguna de Gandoca todavía está habitada por los extraordinarios manatíes y en sus humedales te puedes encontrar hasta con cocodrilos.
Las actividades que puedes hacer aquí están íntimamente relacionadas con el medioambiente y su protección.
Esta es una de las playas donde podrás observar el desove de las cuatro especies de tortugas marinas: baula o laúd (las tortugas marinas más grandes del mundo), carey, caguama y verde.
Ofrece la posibilidad de hacer largas caminatas de observación de la naturaleza siempre teniendo en cuenta que en esta zona el calor y el sol aprietan especialmente y suele haber bastantes mosquitos. Es importantísimo no olvidarse de la protección solar, sombrero, agua potable y el repelente de insectos.
Aquí, en locales sin pretensiones, puedes probar los casados caribeños de Costa Rica. El casado es un plato de diario en el que se combinan un guiso de carne o pollo con guarnición de verduras, plátano y arroz.
En ésta zona todo es cocido con leche de coco lo que lo hace delicioso.
Al final de Gandoca Manzanillo está Punta Mona y su playa. El paisaje aquí es espectacular con una pequeña isla cubierta de palmeras y un mirador con increíbles vistas. El contraste del color mostaza de la arena con la gama de tonalidades azules, verdes y violetas del agua seguro que no te va a dejar indiferente.
Esperamos que nuestra selección de las mejores playas del Caribe en Costa Rica te haya resultado útil a la hora de planear tu visita a este paraíso natural. Aunque para prepararte a fondo, recuerda lo importante que es también empaparte de la filosofía de vida caribeña… Ya sabes, ante todo calma, disfrute, relax y, ¡pura vida!
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