La temporada de elecciones en cualquier país puede ser un momento desafiante, y las tensas elecciones de Costa Rica 2018 ciertamente no fueron una excepción. La política tiene el poder de dividirnos, ya que la temporada de campaña revela las creencias de todos los que conocemos, creencias que podemos encontrar difíciles de aceptar o comprender en algunos casos.
El resentimiento y la confusión pueden comenzar a propagarse entre amigos y familiares, y aquellos que no están suficientemente representados dentro de una comunidad pueden sentir miedo y exclusión. Sin embargo, más importante aún, estos tiempos desafiantes tienen el poder de unirnos, unir nuestras voces e impulsarnos al progreso y la empatía humana. Eso es lo que demostró Costa Rica el día de las elecciones, el 1 de abril del 2018.
La victoria del presidente electo Carlos Alvarado simboliza muchos logros importantes para este pequeño líder centroamericano de conciencia ambiental. La postura de Alvarado sobre temas como la educación, el trabajo, y el matrimonio entre personas del mismo sexo; así como su abierta oposición al uso de la religión como instrumento político, son indicadores de esperanza para los ciudadanos preocupados por las tendencias tradicionalmente conservadoras del país.
Bajo el gobierno de Alvarado, la comunidad costarricense LGBT ve la promesa de un nuevo futuro, un futuro de inclusión e igualdad.
Otro triunfo abrumador para la igualdad es la vicepresidenta de Alvarado, la economista y política afrodescendiente Epsy Campbell, quien alzó su voz para la inclusión completa de los costarricenses afrodescendientes en el transcurso de la campaña.
Al contrario de muchos estadounidenses siguiendo la elección de Trump en 2016, los ciudadanos de Costa Rica se sintieron protegidos por su gobierno en lugar de ser traicionados por él. En una exhibición de apreciación para gobierno raramente vista en un contexto político, muchos ticos expresaron su gratitud al Tribunal Supremo de Elecciones costarricense, cubriendo la plaza de la corte con flores y mensajes de triunfo y unidad. Los mensajes incluyeron “gracias por el trabajo increíble”, “el TSE lo defendió” y “nuestra democracia sigue siendo un ejemplo para el mundo”.
La verdad es que gran parte de Costa Rica sirve como un ejemplo para el resto del mundo. El lema del país es “pura vida“, una expresión que tiene muchas connotaciones positivas, relajantes y de celebración. Pero mucho más que ser caracterizado por su belleza natural y actitud pro-relajación, Costa Rica ahora ha dejado su huella como una democracia que lucha por defender a su gente y sus derechos, priorizar la educación, y abrir su mente a asuntos de igualdad previamente ignorados.
Es evidente que Carlos Alvarado ya tiene claro su reto, a responder al llamado expresado por los votantes de brindar la educación, la salud, la seguridad y el desarrollo social que el país necesita.
Y entre otras cosas en su horizonte, Costa Rica el cual actualmente produce el 99% de su energía renovable, apunta a ser el primer país carbono neutral en Latino América, y eliminar el uso del plástico en los comercios para el año 2021.
Mientras miramos con orgullo los logros de nuestra familia latinoamericana, te invitamos, ahora más que nunca, a visitar, disfrutar y aprender del constante trabajo duro del pueblo costarricense.
Pura vida, de verdad.